Paranormal Activity, análisis previo al estreno en España

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El 27 de noviembre veremos el tan esperado filme Actividad Paranormal, película promocionada como una de las más aterradoras del momento y a la cual se ha comparado con el Proyecto de la Bruja Blair, comparación que no es tan acertada que digamos.

La peli fue realizada con el magro presupuesto de 5 mil euros, por lo que se imaginarán que no cuenta con efectos especiales. El horror es generado por ingeniosas tretas de sugestión, trucos sencillos y sonidos misteriosos.


La historia se muestra siempre tras la cámara que manipulan los protagonistas y todo fue filmado en la propia casa del director. Los actores, Katie Featherston y Micah Sloat, actuaron bajo sus verdaderos nombres e interpretan a una pareja que da el gran paso hacia la convivencia.

Katie le ha advertido a su novio que le suceden cosas extrañas y cree que una entidad maligna está ensañada con ella, intrigado por lo que la chica le cuenta Micah decide comprar una filmadora para grabar cualquier suceso extraño, y cuando no la lleva a cuestas la deja en la habitación montada sobre el trípode y apuntando hacia la cama.

He aquí una similitud con el Proyecto de la Bruja Blair, en esta conocemos los hechos gracias al material que se ha encontrado en una cinta de vídeo, y eso mismo es lo que pretende hacer Micah en Actividad Paranormal, conseguir pruebas fehacientes de hechos que escapan a la razón.

Los sucesos “paranormales” comienzan a suceder desde la primera noche de filmación pero van aumentando de intensidad conforme avanza el filme; cabe recalcar que en ningún momento la historia nos deja de atrapar, ya que al ser supuestamente cine realista, nos engancha por el simple hecho de permitir inmiscuirnos y ver lo que no deberíamos.

Sin música escalofriante de fondo que nos ponga en clima, las escenas siempre resultan absolutamente turbadoras a tal punto de ser capaces de sembrar un profundo temor y obligarnos a mirar hacia los costados para constatar que no hay nadie allí observándonos.

Repito el realismo de la filmación es su arma principal, ya que carece de otras herramientas que nos hagan saltar de espanto, amén de los ruidos, golpes y demás acontecimientos.

La película es realmente buena -a mi parecer- no tanto como se ha comentado, pero si vale la pena mirarla, aunque es importante: para que dé realmente resultado lo ideal es verla en soledad con buen sonido y con todas las luces apagadas. Eso sí, después no se quejen si no pueden volver a dormir.

Un escalofriante saludito